La civilización maya habitó una gran parte de la región denominada Mesoamérica, en los territorios actuales de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador y en el comprendido por cinco estados del sureste de México: Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, con una historia de aproximadamente 3000 años.
La cuentaempezó en el cuarto ajau y octavo kumkú, medidas de tiempo maya que es interpretado como el momento donde “el señor nos da alimento”, y es considerado el punto de partida de todo el estudio astronómico que regía a esta civilización. Y se cree que esa fecha se estableció porque fue el momento en que se “empezó a sembrar bien” y se acentuaron las grandes ciudades mayas. El cuarto ajau y octavo kumkú sería el equivalente a la fecha de génesis, es decir, la de antes y después de Cristo para occidente.
Las versiones sobre el fin del mundo han dado pie a muchas especulaciones, como el asentamiento de italianos en la población de Xul, Oxkutzcab, una comisaría ubicada a 110 kilómetros de Mérida, al sur del estado, en donde en una extensión de 842 hectáreas se levantan viviendas preparadas ex profeso para contener los embates de la naturaleza.
Científicos, astrónomos e investigadores han rechazado la idea del fin del mundo, supuestamente vaticinada por los mayas entre el 21 y el 23 de diciembre próximos.
El pánico ha crecido moderadamente en algunas regiones del planeta. Por ejemplo, en Rusia, tuvo que salir el primer ministro, Dimitri Medvedev, a desmentir la información de cataclismos y calmar a la inquieta población. En China también se han sucedido compras de pánico y las autoridades han perseguido a una secta de origen cristiano llamada Iglesia de Dios todopoderoso”, que persuade a sus miembros a entregarle todos sus bienes para prepararse para el apocalipsis que, según ellos, se acompañará de la segunda llegada del Mesías, en forma de mujer china. Compras de víveres, construcción de refugios que soporten hecatombes y maremotos, así como las reservaciones en la Riviera Mayaestán al tope esos días, ya que al parecer florece el turismo apocalíptico de aquellos ciudadanos que quieren ver el fin del mundo en primera fila.
HOLA !
Hola!!
Lo malo del asunto es que mucha gente esta echando pestes contra las fallidas profecias mayas,sin tomar en
cuenta que estas supuestas profecias en realidad fueron un jugoso negocio editorial para muchos vivales.
Es verdad